Dos bienes son sustitutos perfectos si el consumidor está dispuesto a sustituir uno por otro a una tasa constante. El caso más sencillo es aquel en el que el consumidor está dispuesto a sustituir un bien por otro a una tasa igual a 1.
(Varian. Microeconomía Intermedia. 4ta edición,
Barcelona: Antoni Bosch editor, 1996, pág. 40)
gracias
ResponderEliminar